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TOXOPLASMOSIS, GATOS Y EMBARAZO

Toxoplasma gondii es un coccidio, parásito intracelular obligado, que infecta
prácticamente a todas las especies de sangre caliente incluidas las personas. La
infección por T. gondii es muy frecuente: entre el 30-40% de la población mundial es
seropositiva. (ver ciclo en última página)
La toxoplasmosis en personas puede presentarse de forma diversa:
En personas inmunocompetentes provoca cuadros subclínicos o enfermedad
leve similar a la gripe.
En personas inmunodeprimidas (como los enfermos de SIDA, pacientes en
tratamiento con quimioterapia o medicamentos inmunosupresores, enfermos de
leucemias o linfomas etc), pueden aparecer formas graves e incluso mortales
que cursan con cuadros de neumonía, miocarditis y meningoencefalitis. En
estas personas el cuadro clínico puede ser debido a una infección reciente,
pero con mayor frecuencia es debido a la reactivación de una antigua infección
como consecuencia del estado de inmunosupresión.
En mujeres embarazadas no expuestas previamente a T. gondii
(seronegativas) la infección puede provocar abortos, muertes neonatales,
importantes malformaciones congénitas y secuelas neurológicas graves en el
feto.
La severidad del cuadro producido por la infección con Toxoplasma gondii
durante la gestación varía con la edad del feto en el momento de la infección;
es mayor en las infecciones contraídas durante el primer trimestre de
gestación.
En cambio, si la mujer embarazada ha sido infectada previamente a la gestación (y por
lo tanto presenta anticuerpos frente a T. gondii), nunca se producirá el contagio al feto
ya que su inmunidad la protege frente a nuevas reinfecciones.
En España, la detección de anticuerpos frente a Toxoplasma gondii forma parte de las
pruebas rutinarias realizadas en las revisiones ginecológicas a las que asiste la mujer
durante el embarazo.
La toxoplasmosis en gatos es una enfermedad poco frecuente. El gato representa el
hospedador definitivo para este parásito (consultar ciclo vital al final del documento) y
la gran mayoría de los gatos portadores no muestran nunca signos clínicos de
enfermedad en el momento de la infección. Cuando éstos se producen, la severidad
del cuadro depende del órgano afectado y del grado de necrosis que el parásito
origine.
En gatos inmunodeprimidos y gatitos puede provocar cuadros severos con
neumonía, hepatopatías, pancreatitis, miocarditis y encefalitis.
En gatos inmunocompetentes ocasionalmente puede inducir la presentación
de cuadros de fiebre, miositis y enfermedad ocular, principalmente uveítis.
Dado que el gato es el único animal que puede eliminar en las heces las formas
infectivas del parásito T. gondii, es frecuente que los médicos y ginecólogos adviertan
a las mujeres embarazadas o con planes de tener hijos sobre los potenciales peligros
del contacto con los gatos.
Existen numerosas evidencias científicas que demuestran que el contagio de T.
gondii a los seres humanos por contacto con las heces de un gato infectado es
poco probable y que la gran mayoría de las personas que se infectan lo hacen a
través de la ingestión de carne poco cocinada, ingestión de vegetales u hortalizas
contaminados con ooquistes del parásito o por el contacto directo con suelos
contaminados. Por tanto es erróneo asumir que siempre que una persona se
infecta con T. gondii, el origen de la infección ha sido el contacto con un gato.
Los gatos infestados por T. gondii son los responsables de diseminar el parásito al
ambiente dentro de sus deyecciones, pero las heces de gato recién eliminadas no
suponen un riesgo real de contagio, ya que contienen ooquistes aún no
esporulados que no son infecciosos. Para ser infecciosos, los ooquistes deben
esporular, lo cual sucede entre las 24 horas y los 5 días tras la deposición de las
heces.
Durante la primoinfección por T. gondii, el gato libera ooquistes no esporulados a
través de las heces durante tan sólo una a tres semanas y, tras ello, queda como
portador de quistes en sus músculos y vísceras. A partir de este momento no elimina
ooquistes en las heces y, por tanto, no supone un riesgo para las personas.
Los gatos se infectan:
- Ingiriendo carnes y tejidos infectados con quistes provenientes de carnes poco
cocinadas.
- Ingiriendo carnes y tejidos infestados con quistes provenientes de presas
cazadas en su hábitat.
- Bebiendo aguas no controladas (agua de tiestos, ríos…), contaminadas con
ooquistes esporulados.
- Durante la gestación, por diseminación transplacentaria en madres
seronegativas.
- Durante la lactación.
- Mediante una transfusión de sangre proveniente de un gato con infección
activa.
Por tanto los gatos deben ser preferentemente alimentados con comida comercial.
Cualquier otro alimento debe ser cocinado a altas temperaturas durante 10 minutos y
en el caso de alimentarles con carne cruda, ésta debe congelarse a temperaturas
inferiores a -20º C durante 2 días. Se debe intentar que no cacen y para ello se
pueden emplear cascabeles que avisen a sus presas o salidas controladas bajo
vigilancia.
Las personas se infectan:
- Comiendo carne poco cocinada o cruda.
- Manipulando carne cruda sin guantes.
- Ingiriendo leche cruda de cabra.
- Comiendo verduras frescas contaminadas no lavadas adecuadamente.
- Durante labores de jardinería o en patios de juegos para niños, si las arenas
están contaminadas (el contagio requiere que se metan las manos sin lavar en
la boca).
- Bebiendo agua contaminada con ooquistes esporulados.
- Ingiriendo directamente restos de heces de gatos infectados por Toxoplasma
gondii que se encuentren en la fase de eliminación de ooquistes. Al menos
deben haber transcurrido 24 horas después de la deposición.
- La infección no se produce tocando o acariciando al gato. Los veterinarios
de pequeños animales, que están en contacto físico frecuente con gatos, no
presentan una mayor seroprevalencia que personas con otras profesiones.
.
Medidas que se deben tomar para evitar el contagio por parte de una mujer
embarazada o cualquier otra persona:
- Se debe comer siempre carne cocinada a altas temperaturas durante 10
minutos, o congelar las carnes a -20ºC durante dos días si se van a consumir
poco hechas.
- Se deben lavar adecuadamente las verduras siempre antes de su consumo.
- Se debe beber sólo agua potable o de procedencia conocida o tras ser
filtrada/hervida si se desconoce su procedencia.
- Se deben utilizar guantes durante las labores de jardinería y al manipular
carnes crudas, o lavarse adecuadamente las manos tras ello.
- Las bandejas de arena de los gatos deben limpiarse diariamente con una
paleta. Las mujeres embarazadas deben evitar manipular la bandeja de arena,
pero si esto no fuese posible es recomendable que lo hagan con guantes
desechables y mascarilla. Para desinfectar la bandeja el mejor método es el
agua hirviendo o el vapor a presión, pues los ooquistes esporulados son
resistentes a la mayoría de desinfectantes.
Las evidencias científicas disponibles en la actualidad demuestran que el
contagio de toxoplasmosis de gatos a personas, incluidas mujeres gestantes y
enfermos de SIDA, es altamente improbable siguiendo unas normas básicas de
higiene. Por lo tanto consideramos completamente injustificado el abandono o
rechazo de los gatos en caso de un embarazo en la familia, aunque éste sea el
consejo de algunos médicos.
Los gatos aportan numerosos beneficios psicológicos y bienestar emocional a
las personas que disfrutan de su compañía, especialmente cuando forman parte
de la familia como uno más de sus miembros.
Es discutible la utilidad de la realización de pruebas de sangre para determinar
si un gato es seropositivo o seronegativo ya que no indican si el gato está o no
eliminando ooquistes en ese momento y además las medidas preventivas e
higiénicas que debe tomar la mujer embarazada deben ser las mismas en ambos
casos.
Referencias bibliográficas
- Elmore SA, Jones JL, Conrad PA , Patton S, Lindsay DS, Dubey JP:
Toxoplasma gondii: epidemiology, feline clinical aspects, and prevention.
Trends Parasitol. April 2010;26(4):190-6.
- Kravetz, D, Federman, J. Prevention of toxoplasmosis in pregnancy: knowledge
of risk factors. Infect Dis Obstet Gynecol. Sept 2005: 13(3): 161-165)
- Cook AJ, Gilbert R.E, Buffolano W, et al. Sources of Toxoplasma infection in
pregnant women: European multicentre case-control study. BMJ 2000:
321:142-147.
- Bobic B, Jevremovic I, Marinkovic J. Risk factors for Toxoplasma infection in a
reproductive age female population in the area of Belgrade, Yugoslavia. Eurs J
Epidemiol. 1998; 14:605-610
- Walace MR, Rossetti RJ, Olson PE. Cats and toxoplasmosis risk in HIVinfected
adults. JAMA, 1993, 6:269 (1):76-7)
Páginas web para consultar
- Web Gemfe toxoplasmosis
- http://www.fabcats.org/fvf/gemfe/articulos/Toxoplasmosis%20in%20cats%20an
d%20humans.html
- AAFP zoonosis guidelines
- http://www.catvets.com/uploads/PDF/ZooFinal2003.pdf
- The cat group: toxoplasmosis
http://www.fabcats.org/cat_group/policy_statements/toxo.html
Clinica Veterinaria Abeletxe
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